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En una época de cambio como la actual, o más bien de incertidumbre, a todos nos provoca estrés por no saber qué va a pasar, e incluso esto puede derivar en tristeza emocional. Venimos viviendo situaciones completamente nuevas e inesperadas, desde el inicio de la pandemia, que supuso para muchos de nosotros un cambio radical de vida, hasta la explosión del conflicto de Ucrania y Rusia, entre otros.

Parece mentira pero en un contexto como el actual, donde además estamos expuestos a un bombardeo de noticias diarias, la mayor parte de ellas negativas (subida del petróleo, guerras, pandemia, …), a todos nos afecta en menor o mayor medida, incluso de una manera totalmente inconsciente.

Existen muchas maneras de afrontar este tipo de situaciones para evadir la mente, desde hacer deporte, hasta activar nuestra vida social, leer, mirar series, etc. Sin embargo, tenemos otra herramienta muy poderosa en cuanto a los efectos que nos provoca en el estado de ánimo, que es ni más ni menos que la música.

 

¿Qué beneficios tiene la música para afrontar los problemas?

beneficios de la música

Cuántas veces hemos escuchado: «la música me ha salvado la vida» o «la música me ha ayudado a salir de la depresión». Sabemos que la música hace sentirnos mejor, si uno sabe lo que precisa en cada momento.

Hoy queremos recordarte alguno de sus beneficios para que la pongas en práctica y para que una vez más, seas consciente de los efectos positivos que puede aportar tanto a uno mismo, como a la gente que nos rodea. 

Algunos de los beneficios de la música

  • Influencia en el estado de ánimo: Es bien sabido que la música es un canal de expresión, y como tal, no es de extrañar su gran influencia en el estado emocional. Sabemos que la música tiene funciones terapéuticas para multitud de problemáticas, pero además, dependiendo del tipo de música que escuchemos o practiquemos, nos afectará de un modo u otro. Antes un contexto rodeado de incertidumbre y negatividad, escuchar o tocar música alegre nos puede ayudar a incrementar nuestros niveles de dopamina, neurotransmisor clave en la sensación de placer.
  • Evasión de la mente: En el momento que escuchamos música con atención, cantamos la letra, le damos significado, etc., sin casi darnos cuenta estamos focalizando la atención de nuestro cerebro en estos estímulos musicales, olvidándonos de otros problemas que nos rodean. Por lo tanto, es un método de desconexión, tan necesario a día de hoy. Sin duda, sus efectos se multiplican cuando somos nosotros los que la practicamos, puesto que nos centramos en hacer sonar aquello que queremos y en transmitir aquello que sentimos.
  • Superación personal por el aprendizaje: superamos nuestras metas y esto nos produce una gran satisfacción. Cuando estás aprendiendo a tocar un instrumento, por ejemplo, y consigues hacer sonar aquello que tanto has practicado, se produce una enorme sensación de satisfacción y superación personal, que afecta directamente a nuestro estado de ánimo y autoconfianza.
  • Diversión: especialmente para los niños, utilizar la música mediante el juego permitirá que los más pequeños se diviertan al mismo tiempo que aprenden. Esto mejorará su estado de ánimo al mismo tiempo que mejora su coordinación, concentración y lenguaje.
  • Conexión con uno mismo: estás solo la música y tú. Es tu momento más íntimo, cuando puedes reflexionar, relajarte e incluso animarte. Especialmente si estás practicando tu instrumento, verás que la conexión músico-instrumento se incrementa exponencialmente. Tu cabeza necesita estar centrada en una sola cosa debido a la complejidad de la tarea. Es el momento de transmitir tu carisma y emoción en el estado más puro.
  • Ocio: Es bien sabido que la música ayuda a socializar: cuando salimos con nuestros amigos y familiares, vamos a un concierto, etc. O incluso mucho más: Cuando la practicamos en grupo. Los músicos que tienen su propia banda, ya sea por hobbie o de manera profesional, crean un sentimiento de pertenencia grupal muy elevado, creando un vínculo muy especial con los miembros de la banda, o dicho de otro modo, con su equipo. 
  • Mejora de los niveles de ansiedad: No es de extrañar que la música ayuda a reducir los niveles de ansiedad. Incluso puede usarse de manera terapéutica a través de la musicoterapia. Practicar música o escucharla en un entorno relajado, nos ayudará a tranquilizarnos y a observar las cosas desde otra perspectiva.
  • Potencia la productividad: La música nos ayudará a bloquear los estímulos que puedan perjudicar nuestra concentración (ruidos de teclados, llamadas, susurros…), ya que nos centraremos en la propia música y “olvidaremos” aquellos sonidos menos deseados.

¿Cómo se aprecian los beneficios de la música para afrontar los problemas?

Diversos estudios han demostrado que escuchar música influye directamente en las personas con efectos inmediatos y resultados duraderos. Teniendo en cuenta los efectos positivos de la música, muchos científicos sostienen que logra cambios favorables en el cerebro de las personas que la escuchan.

Tenemos efectos inmediatos de causa-efecto: por ejemplo, escuchar música alegre nos producirá casi de manera inmediata un cambio en nuestra actitud. Hay veces que nos identificamos de tal forma con una canción que al escucharla inmediatamente cambia nuestro estado de ánimo.

Sin embargo, cuando hablamos de temas terapéuticos mediante la musicoterapia, la presencia de sus efectos variará en mayor o menor grado en función de la enfermedad o el trastorno que se trate. 

En algunos casos los resultados se pueden observar ya al finalizar las primeras sesiones. En otros, la mejoría requiere más tiempo, varias sesiones para empezar a apreciar una mejora. Por ejemplo, en el caso de personas afectadas por la enfermedad de Parkinson, durante las sesiones y, sobre todo al final de las mismas, se puede observar una gran mejora en la marcha y el control del movimiento.

¿Quieres aprender más sobre los beneficios de la música para afrontar los problemas? Descubre más en nuestro apartado de musicoterapia, o sobre nuestro sistema MIGG PIANO AND DRUMS, adaptado a niños de 1 a 8 años. 

 

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